miércoles, 25 de enero de 2017

Bizcocho de harina de amaranto y trigo sarraceno


¡Hola de nuevo! Perdonad este inicio tan tardío, pero entre la vuelta de las vacaciones y a la rutina diaria, se me ha ido acumulando el trabajo y casi se me pasa el mes. Y como todo inicio de año...¿Cuántas veces hemos oído "año nuevo, vida nueva"? Pues bien... ¡no seremos nosotros! La cocina nos encanta y nos apasiona. Cambiaremos en tantas otras cosas que nos aportarán mejoría en nuestro día a día, pero no dejaremos de preparar deliciosas nuevas recetas. A continuación os dejo la primera del 2017, un riquísimo descubrimiento, como habéis podido leer en el encabezado.. Bizcocho de harina de amaranto y trigo sarraceno. Todo SIN GLUTEN. ¡¡Ñam Ñam!!

Introducimos un nuevo ingrediente, el amaranto. Llevaba tiempo queriendo usar este pseudocereal por sus sobresalientes propiedades; además es muy asequible en Italia, ya que se comercializa a precios sorprendentemente bajos (si no recuerdo mal, pagué los 500g a poco mas de 2,80€). Os cuento un poco:

Entre algunas de sus propiedades, destacaremos las más importantes, como:

- Es una importante fuente de proteína de origen vegetal, superando a la mayoría de los cereales que conocemos y usamos habitualmente
- Es fuente natural de vitaminas del tipo A, B, C, B1, B2, B3
- Aporta ácido fólico (tan importante en mujeres embarazadas)
- Es rico en de minerales hierro, calcio y fósforo

Esta variedad de nutrientes, obviamente, mejorará nuestro estado de salud general, a la vez, incidirá positivamente en casos de diarrea (previniéndola), seguramente por el aporte de fibra soluble, que ralentiza el paso del alimento por el tracto digestivo.
Se recomienda su consumo en la prevención de numerosos trastornos, tales como osteoporosis, hipertensión, insuficiencia renal crónica, diabetes, obesidad.. en resumen, sobre todos aquellas enfermedades generadas por nuestro estilo de vida actual, acelerado y descuidado nutricionalmente.


INGREDIENTES
(para molde redondo de 17 cm) 
  • 120 gr de panela (o azúcar, miel...)
  • 100 ml de bebida de arroz (o cualquier otra)
  •   75 gr de trigo sarraceno
  •   75 gr de harina de amaranto
  •   90 ml de aceite de oliva
  • medio sobre de levadura (7 g aprox.)
  • 1 cucharadita de psyllium
  • 2 huevos

PROCEDIMIENTO

Lo primero es encender el horno a 180ºC. Luego forra el molde con papel de horno o si es de silicona, puedes engrasar un poco con mantequilla o aceite.

En un cuenco grande bate los huevos, añade después la panela, azúcar, miel o edulcorante elegido hasta conseguir una pasta blanquecina. Añade el resto de ingredientes húmedos: leche y aceite. Si tienes esencias, como por ejemplo de vainilla o de algún cítrico puedes echarle ahora unas 4/5 gotas. Echa también la cucharadita de psyllium. Si no tienes este ingrediente, puedes prescindir de él sin problema. Pero yo que lo tengo, me gusta usarlo porque como he dicho otras veces, es un gelificante y ayuda a las masas sin gluten a aglutinarlas. Reserva.
En otro cuenco grande, mezcla las harinas y la levadura. Remueve bien y con ayuda de un colador o un tamizador, comienza a mezclar la seca con la húmeda. Cuando ya esté todo unido, puedes añadir si quieres frutos secos a trozos (nueces, almendras, pasas...) incluso trozos de chocolate.
Vierte la mezcla en el molde e introdúcelo al horno a media altura. Déjalo unos 15'/20' aproximadamente, sin abrir la puerta. Hazle la prueba del palillo cuando se acerque a ese tiempo dentro del horno. Si sale limpio, lo ves doradito, y con buena consistencia, sácalo y deja enfriar. Ya está listo para disfrutar de él.

Como veis en las fotos, yo le puse una cobertura de queso (levemente modificada) que he usado en otra receta, en la de iglú de chocolate. Que es con el queso de untar, azúcar y en vez de mantequilla puse un poco de mascarpone. Lo mezclé hasta conseguir el sabor y la textura ideal. Pero puedes añadirle chocolate, un poco de mermelada del sabor que más te guste y le irá ideal a esta base de bizcocho. ¡O simplemente el chocolate derretido o la mermelada tal cual!

Es una base esponjosa, ideal para realizar una tarta de varias plantas tipo naked cake (tarta desnuda) o así sencilla y cubrirla con cualquier buttercream o cheese cream. Este bizcocho da mucho juego y encima está buenísimo y realmente alimenta.








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